miércoles, 3 de diciembre de 2008

S'ils n'ont pas du pain, qu'on leur donne des Brioches


Al parecer, la frase original es:
"
S'ils n'ont pas du pain, qu'on leur donne des brioches"

La frase habría sido dicha por María Antonieta, esposa de Luis XVI, rey de Francia. A la multitud hambrienta, frente al palacio de Trianon, no le hizo gracia. Tiempos difíciles aquéllos. Los aristócratas comían brioches, preparadas con trigo refinado. Mientras el pueblo se tenía que conformar con panes de masa oscura, rústica y gruesa. Amasados en distintas formas y con distintos ingredientes: bellotas de roble, semillas de pasas de uva, cáscaras de nuez y harina de cebada (en ciertos casos, de avena); o juntando restos de salvado de varios cereales, que sobraban en los campos segados. Sin mencionar el "biscuit" (bis cuit significa cocido dos veces): pan seco del día anterior, rechazado por los nobles, y llevado nuevamente al horno de las panaderías. Aquella protesta delante del Trianon no fue la primera. Poco antes la población furiosa había tomado por asalto la Boulangerie du Faubourg Saint-Antoine (Paris), exigiendo que les entregasen pan blanco. Como no los escucharon, fueron hasta el Palacio de Versailles, a solicitar al rey que hiciese regresar a París a todos los "boulanger" (panaderos) y "petit mitron" (aprendices de panadería) que estaban al servicio de los nobles en los palacios. Tiempo después María Antonieta terminó presa en la Conciergerie. Y perdió la cabeza en una extraña máquina que acababa de inventar un cierto Dr. Guillotin. Pero esa es otra historia.



BRIOCHES

500 gr. de Harina

250 ml de leche
20 gr. de levadura fresca
75 gr. de azúcar
Una cucharadita de sal
1 huevo
75 gr. de manteca pomada
1 cucharadita de esencia de vainilla
Un poco de huevo batido para pintar antes de hornear

Tamizar la harina en un bol y formar un volcán. Echar la leche, a una temperatura casi ambiente, la levadura desmenuzada y una cucharadita de azúcar. Remover una o dos veces. Cubrir el bol con un paño y dejar reposar durante unos 15 minutos.

Agregar el resto de ingredientes: el azúcar, el huevo, la sal, manteca pomada y la esencia de vainilla. Amasar hasta que quede una masa homogénea si resulta muy pegajosa, es probable, añadir más harina, no demasiada. Para añadir siempre se esta a tiempo, antes se debe esperar a que la harina absorba parte de los líquidos. Dejar reposar durante en lugar seco y templado. El mejor sitio es el horno apagado, durante un mínimo de 50 minutos, hasta que doble su tamaño.

Precalentar el horno a unos 200ºC. Pasado el tiempo de fermentación, amasar un poco sobre una superficie enharinada. Formar pequeñas bolas, de unos 70 gr. Colocar dentro de moldes para muffins. Pintar con un poco de huevo batido e introducimos en el horno ya caliente durante unos 15 minutos o hasta que haya adquirido un tono dorado.

4 comentarios:

delantal dijo...

uhmmmmmmmmm

tartasacher dijo...

Hola Cooking. este dicho es muy semejante a nuestro refrán español que dice así "A falta de pan, buenas son tortas". Un besote y me alegro te haya gustado la receta que he puesto en el blog para particpar en ese bonito reto. Besos mil y gracias

Anónimo dijo...

Hola Cooking, entrar en tu blog me produce paz, no sé si será el color y el diseño tan bonito. Me gusta mucho como escribes y con tu permiso te añadiré a mis enlaces. Enhorabuena y feliz travesía. Un saludiño desde Galicia.

salvia dijo...

Qué precioso y delicioso brioche y qué interesante historia!!!! gracias por visitar mi blog no conocía el tuyo!!!!Me verás por aquí!!! Besos!!!